jueves, 18 de febrero de 2010

EL TIO REMEDIOS.


Llegó con una pinche piel de ardilla sobre los hombros, un pinche bigote de tres días qye más bien parecía una manifestación de hormigas encabronadas, jaja, un pinche pantalón que la neta se podía distinguir a lo lejos era de varias puestas y que por ende se paraba solo, hasta brillaba de toda la mugre que podía traer encima el cristiano del que les estoy hablando, no podía faltar la bota picuda con imitación de piel de cocodrilo y una pinche texana bien apestosa.


Cuando sonreía se podía distinguir que le faltaban 4 dientes y que le apestaba el hocico, el olor a sobacos se podía distinguir unos 20 metros a la redonda, y al cantar alabanzas movía los brazos de arriba abajo pidiéndole a dios que le echara una mano con sus pedos. A la hora de aplaudir pude ver que tenía unas manos dignas de una súper putiza en pizca y el barbecho, fuera de su contexto general, una playera del América jodía en desproporción el atuendo botudo y rancheril de este interesante compa.


A lo lejos las pinchis viejas murmuraban que el muy hijo de la chingada había embarazado a 3 mujeres al mismo tiempo y que no sabían que le veían por que le apestaba el hocico, que era “re labioso” y que las envolvía pa luego meterles la verija, que había que tener cuidado con alguien como él, por que a luego se veía que tenía cara de pirujo, un vividor, fresco, de cascos ligeros, un autentico hijo de la chingada, pa acabar pronto un facilote cualquiera.


Cuando termino la misa, se acerco a mi y me dijo que si ya había comido, yo sorprendido me hice para atrás y le dije que yo no lo conocía, él, sin sus dientes se aventó una sonrisa que dejaba pendejo al coque muñiz, y me dijo que no me hiciera pendejo, que me había visto desde que estaba shirguillo, que no me hiciera wey, que era hijo del gato.


Entonces me quede con mi carota de wey y dije ¿ha chinga?, ¿Quién es este wey?, al momento se acerco el padre y le dijo que se veían el próximo martes en la radio, pero que ensayara las nuevas alabanzas, y entonces dije: ¿ha chinga? ¿es locutor?, él no nomás acentúo con la cabeza y dijo que sí, que no iba a faltar en un tono por demás sumiso, y yo no podía creer que ese señor era el ojete que las doñitas pintaban.


Entonces me hice wey, y de a poco me salí del patio de la iglesia y mi padre me dijo: “¿Qué te dijo tu tio?”, y yo -¿Cuál tio?-, no mames la leyenda cochadora del pueblito era mi pariente, y entonces le dije –¿el vato de la ardilla?- y mi jefe dijo que simón. Haaaa no mames no creí que tuviera un tio de esa envergadura, jaja y pues nos fuimos a la casa a comer.



De repente, me olio medio culero ahí por donde está el cuarto de la tía Sara, olía bien cabron a puras pinches patas, y pensé que tal vez algo se había muerto ahí, y entonces me metí, lo que vi ahí adentro nunca lo voy a olvidar, estaba mi tio en calzones “lavándose los cueros”, jajaja se había atascado medio bote de talco en las nalgas pa no rozarse cuando se fuera a echar un pollo, jajaja traía en la mano un aceite de oliva pa echarse en la maceta y que ya no le apestara, jajaja pero eso si… en los sobacos no se echaba nada por que luego le daba gripa con el frio… haaa no mamar, tenía unos dientes postizos que no mas se ponía en los bailes y cuando una vieja le daba jalón.


El clásico siete machos era el indicado pa las bodas y cuando había a quien atender, no se pasaba un peine por que le jalaba los pelos y de por si ya se estaba quedando pelón, tenía como de 30 centimetros las uñas de los pies pero si se las cortaba luego le dolían los dedos y no se podía bailar jajajaja, si se bañaba de mañana o de noche el cuerpo se le ablanda y se enferma de lo que quieras.


Entonces le pregunte ¿por qué mejor no se baña tio?, y dijo -¿qué? Si ya me bañe el martes…-


SAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAWEEEEEBOOOOOOOO EL PELUQUERO EXTRAÑA LA ENTRAÑA, FEBRERO LOCO, MARZO CALIENTE, BORREGA YA TE ESTAMOS ESPERANDO!!!!

jueves, 4 de febrero de 2010

URBANIDAD Y BUENAS MANERAS EN EL NUEVO SIGLO.


El día que mi maestro de lógica me sacó de la clase por que traía short me cuestioné fuertemente la verdadera razón por la cual lo había hecho, si era una razón de higiene, o de respeto, o de que diablos! No lo sé, pero hasta el día de hoy no encuentro una razón lógica por la cual determinar como debe vestir una persona o como se debe dirigir.


El humilde maestro rural de la trinidad conocido como “El Chucho”, me dijo un día que era una absoluta falta de respeto decir a sus alumnos que podían ir como les viniera en gana a la escuela, pero haaa, el tipo viste con chalequitos de los años 80 bastante buenos e interesantes, mocasines boleados y uña bien recortadita, por que una cosa es ir “mal” vestido y otra cosa es ser un mugroso, en fin.


Para etiquetar a la gente siempre existen ceremoniales, donde se cuestiona fuertemente su forma de ver, hablar, sentir, y hasta de decir lo que las personas piensan. Después alguien me dijo que traer el pelo largo era de gente “inmadura” el caso es que cuesta trabajo creer que exista gente que piensa así en este momento cosmopolita del mundo.


Y si de plano queremos escuchar pendejadas veamos a los íconos de la represión y dictadores del buen vivir y los buenos modos, seguidores natos y fieles siempre al famoso manual de Carreño. El cual enuncia:


A poco que se medite, se comprenderá que los convencionalismos sociales que nos
enseñan a armonizar con las prácticas y modas reinantes, y a hacer que nuestra conducta
sea siempre la más propia de las circunstancias que nos rodean, son muchas veces el
fundamento de los deberes de la misma civilidad y de la etiqueta.


Es decir aunque Carreño se aventó el choro para los años 1800, resulta casi una biblia para personas de nuestro siglo, etiquetar con adjetivos a la gente de acuerdo a como viste, habla o se dirige, siendo así una de las prácticas favoritas de las personas hoy día, hasta se puede decir que existe una tradición graciosa alrededor de eso, que invoca a las buenas costumbres y la decencia.

Decir groserías, traer gorra en lugares cerrados, no saludar, pasear con la mujer a la derecha o del lado de la pared pa que no la torteén, dejar el lugar, interrumpir cuando hablan, hablar con la boca llena, exagerar en las palabras altisonantes, escupir, etc etc, obedecen a ordenes diferentes, de lo que podíamos denominar respeto.


Si voy a tu casa y escupo, creo que en algo te mal averiguará, pero no creo que tenga que ver eso con que vaya con gorra o en short, pelo cortito o largo, eso si no tienes ganas de joderme la vida!, si, la vida, esa cosa que hoy día cada vez se respeta menos, ojalá hubiera un manual para eso.

SAWEEEBBBBOOOO!!!! CHILE MOLE POZOLE NO ME BAÑO, NO ME BAÑO, NO ME BAÑO.