LOS AMANTES.

Los enamorados… haaaaay los enamorados, ese encanto dibujado por grandes poetas como Neruda o Amado Nervo, van desde los amores prohibidos de Federico García Lorca, hasta los amores rencorosos de la Arrolladora Banda Limón del famoso René Camacho, esos enamorados, que viven entre una nube dibujada por afrodita que envuelve a cada uno de ellos y los hace sentir nuevos y plenos en los tiempos en los que Calderon pide que seamos un poco mas idiotas cada día.

Pues el amor hoy día, tiene muchas aristas para la reflexión, se podría, con plagiar y copiar un poco alguna obra del auto flagelante Manolín Acuña, pero no hace falta, como no hace falta echar a la mesa la rolita de Me Duele amarte de los babosos de Reik. Sólo basta poner sobre la mesa a la manzana en discordia, el dolor de cabeza de muchas amas de casa de la sociedad mexicana LA AMANTE, siiiiiiiiii, la amante, ese escurridizo personaje que invariablemente se meterá hasta el fondo de una cama donde (según los cánones tradicionales) solo caben dos, porque la relación es de dos, aunque desde hace un buen se estile ser de tres o de cuatro o hasta 5 en algunos casos extremos.

Ya los cardenales de Nuevo León habían hecho la canción denominada Mi Amante. Pintando a este personaje como el nuevo amor, que ama constante, que es complaciente, que no hace reclamos, y que aprovecha cualquier momento para seguirse amando sin importar lo que diga la gente y etcétera. Bueno, aunque los cardenales son unos de mis principales ídolos de este país, creo que están equivocados. Nunca dijeron en su rola nada sobre la última moda de la sociedad mexicana, es decir, agarrar de amante alguna relación que de por si dañará mas de los beneficios que a corto plazo se obtengan.

Amantes que terminan en una constante de manipulaciones y reproches dignos de cualquier pareja común y corriente. En ese sentido, lo poco o mucho que pueda ofrecer un amante, resulta a la larga casi siempre tormentoso, y es que en una sociedad que vive en una poligamia disfrazada no se puede esperar mucho de esas mamadas.

Y buenooooo, este choro corresponde al testimonio de muchos que tuvieron la clásica novela del pobre infeliz enamorado, como el Chuchis, La Matilda, El Danis, El Chuy, La Jefa, La Chica Yeye, La Pera, El Salado, El Herrero, El Cobijas, El Carma, La Selene, El Guapo, La Violet, Endinyster Gates, El Wero, El Cache, El Babylu, El Tubero, La Golondrina, El Pari, El Mita, Graciela, Novojos, El Chuchin, Salinas, El Caballero, Doña Gudelia, Gudelia Nieves, El Sardina, El gordo entre otros muchos que se han aventado la aventura de ser el segundo frente.

Y es que todo empieza como si no fuera a ser algo intenso o muy ofensivo. De repente se sale de control y todo se empieza a cagar al mas puro estilo de la Chiclotes cuando engañó a su novio el Tamarindo con un policía de la guardia municipal. Jajajaja se había armado el zafarrancho entre dos cuidadores del orden público por una damisela que invariablemente le importaba un pepino cada uno de los custodios del orden en la colonia san paul.

Quién sabe, lo interesante del caso es que la chiclotes creyó que nunca se conocerían aunque los dos trabajaban en el municipio y vivían en la misma colonia. ¿será posible? Las artimañas de la chiclotes para manejar cada situación eran dignas de ser redactadas por el mismísimo Maquiavelo, pues de encontrarla con las manos en la masa, o con la masa en las manos díganle como quieran, se valía con un poco de sinverguenzadas y mucho choro mareador para convencer al tamarindo para que aceptará una relación así, pero resulta iluso creer que nunca se daría cuenta ¿o no?

Se comienza con la esperanza de pasar un mejor rato, y después se caga egoístamente hasta que uno de los dos termina encabronado y sintiendo que no se le ha dado su lugar en el espectáculo. Y ¿dónde quedó la amante que dibujaron lo cardenales en su rola?, aquella que no la hacía de pedo, que era complaciente y no sé qué tanta pendejada, a mi se me hace que es pura mamada, pues a veces las amantes tienen un lugar más chido que las que son la catedral. Y es que el derecho de alguien sobre otra persona, resulta en muchas ocasiones, la carta de permiso expreso para poder pasarse de pendejo con alguien, y eso si que esta cabron.

SAAAAAWWWEEEBBBOOO!!! AMADA AMANTE, AMADA AMANTEEEE!!!