Clases de cocina.

Ahora que vivimos casi como reclusos de almoloya, he decidido emplear mi tiempo en unas productivas clases de cocina, si, después de escuchar que moriremos invariablemente por el temido virus he decidido que si me muero cuando menos será con las tripas llenas de un rico mole que yo mismo cocinaré.

Ya ni siquiera quiero ver las noticias, pues al terminar de ver las de televisa o las de TV azteca, me da una sensación de no sé que… que juro por dios que me dan unas incontrolables ganas de cagar, quien sabe por que, pero los gritos de López Dóriga me provocan cólicos y finalmente una cagadera de alfombra roja y caravana.

Ya en estos días, después de ver las noticias, mientras aventaba unos twinkys a la taza de nuestra casa me imagine cual Chef reventándome unos chiles en nogada o un autentico mole poblano, sawebo, es raro que cuando uno caga piense en comida, pero hay quien lo hace, pensar en comida mientras caga… que cosas! Bueno, yo me apunte a clases intensivas de cocina con diferentes amas de casa, aprovechando que la gripe ésta de Satanás me dejó sin trabajo, pus dije… vamos a aprovechar!!!

Empecé por aprender a hacer una buena salsa, (si por que siempre todo mundo se queja de la pinche salsa, pero casi nadie sabe hacer una buena salsa), que me dice mi maestra: “Pon los chiles en el comal y a fuego lento”, y ahí va Don pendejo a poner los chiles… lo que no me dijeron es que esas madres iban a saltar, pero bueno, pegue el pinche saltote del susto.

Si antes me hubieran dicho las pinches quemadotas que me iba a poner cuando pelara los chiles (Sin albúr), renunciaba, me cae que sí, renunciaba, no mames daban toques las chingaderas esas, mientras les quitaba la pielesita hasta les salía vaporsito y no mames… yo sentía en verdad que el culo me abandonaba, en ese momento pensé y en verdad lo pensé en abandonar mis clases de cocina, pero permanecí estoico y con mi carota de idiota quemado.

Ya que me dicen, lo mismo con los jitomates, invente que tenía ganas de ir al baño y me large, me hice pendejo un rato en la taza y ya de rato salí como si nada, para cuando había salido los putos jitomates esperaban por mi…. HAAAAAAAAAAAAAAAA, no mames yo no quería, mi maestra estaba ocupada con otras cosas y yo no me podía hacer el imbécil después de rogarle tanto que me enseñara a cocinar, y me dispuse con mis jitomates a pelar caon… cuando llega el inoportuno a decir… -No mames wey no te quemas-, y como estaba ahí mi maestra no quedo más que decir, -claro si no soy de unicel-, obviamente por mi cabeza corría la idea de decirle que me ardían hasta los huevos… pero en fin.

Después de mucho batallar con los jodidos jitomates, los chiles y mi maestra, entonces emprendí la hermosa aventura de ir por la licuadora, fui por ella, la lave chingon… bien chingon y cuando ya la estaba secando que me dice mi maestra “No mi rey, esta es de molcajete”, ahí va don pendejo por su pinche molcajete, chale, me brinco una puta semilla en el ojo que me duro como 14 horas la sensación se picor, los pinches jitomates se regaron por que según mi maestra “Le dí muy fuerte”, osea que en español andaba sobrado de huevos, ha que canijo.

La pinche salsa me hizo batallar 2 horas 23 minutos, acabe sudando, bien jodido, mi brazo aunque es chaquetero me dolía de darle al molcajete, se llega el momento esperado, mi maestra probaría la súper salsa de la lucidez… agarra la tortilla, le da su respectivo karatazo como acomodando el taco, agarra la cuchara… pone salsa en su taco… la prueba!!!!!!!

Todo era un éxito rotundo, estaba a punto de abrir mi propia cocina económica, cuando me dice mi maestra “Estas re pendejo, esta cosa no tiene sal”.

SSSSSSSSSSSAAAAAWEBO!!!!!!! CHILE MOLE POZOLE, CHILE MOLE POZOLE, SE LLAME COMO SE LLAME NUNCA ME SALDRÁN….