martes, 29 de septiembre de 2009

EL GOL DE MI VIDA...

Pocos años fueron los que fui estrella del equipo de fut bol que tenía mi papá en la liga obrera de TREMEC en la ciudad de Querétaro, para ser sincero siempre fui fiel banquero, así es me la pasaba oliéndole el culo a mi padre mientras dirigía a los pupilos de su equipo que para hacer seguir con la tradición perdedora se llamó en aquellos años, Los Gallitos! Y la porrista fiel y fan número #1 de la escuadra era mi madre, quien para cuando yo estaba pequeño gozaba de tener unas piernas dignas de ser chifladas y rechifladas, y el goleador… el siempre oportuno, la estrella, quien tenía el olfato puestisímo, pues era mi hermano, por lo que si entraba o no, pues significaría poco, por que pus ya teníamos al goleador en la familia y pus no era necesario, tener otro, además de ser más chico (entiéndase más wey), pues casi no le gusta el fut, decía mi padre que mejor me daría el puesto de Mascota del equipo.
Para cuando el equipo se perfilaba para ser campeón, es decir por ahí de las semifinales, Los Gallitos goleaban al rival 25-1, mi hermano quien había apostado un reloj, llevaba quizá 12 goles, los ánimos estaban por los cielos, mi hermano tenía esa estúpida costumbre de festejar sus goles como el pentapichichi Hugol Sánchez, cada gol que anotaba se reventaba una maroma que no culminaba si no es que en un espaldazo en el campo, contando que se dejaba el pelo largo y mi madre le decía que cuando le creciera más el pelo tendría los chinos tan deseados como el ídolo merengue.
Cada que anotaba, volteaba a ver a mi padre, quien no festejaba en un gesto de firmeza y rudeza, funcia el ceño y muy masculinamente le gritaba “bien hecho cabronnn!!!!”, al tiempo que todos gritaban cosas como “Bien tetos”, “ponles otro hijo”, o cosas por el estilo, era bien ganada su reputación como goleador y en ese sentido había tenido un respeto, yo cuando anotaba mi hermano festejaba fuerte esperando me pudiera ver, pero el pentapichichi de Satélite, estab ocupado en la categoría pingüica de la liga obrera.
Cuando de repente, el pentapichichi de Satélite se revienta un drible, se lleva uno, dos, tres, cuatro, el portero, y….. GOOOOOOOOOOOOLLLLLL!!!!!!!!!!!!!, el número 55 en su cuenta personal, todos gritaron GOOOOOOL!!!!!, mi padre volteo a ver a otro padre de familia quien fungía como Auxiliar técnico, quien le dijo solamente “Soberbio”, podía sentir los celos magnánimos por mi hermano el pentapichichi, pero desde la banca no se podía competir.
Por alguna extraña razón que todavía no comprendo, mi padre decide que al ir 26-1, pues era buen momento para meterme a jugar, a lo que el auxiliar técnico pregunta ¿a quién vas a sacar?, a lo que mi padre respondió, “al Tetos cabron”.
Cuando entre por primera vez a esos empastados donde había entrenado tan solo 4 años antes la selección de Alemania y Dinamarca en el mundial de México 86, mis pies simplemente temblaron, me sentí absolutamente torpe, mi boca estaba seca, y por una razón que no entiendo aún, me dio MIEDO!!!, mis manos temblaban, mis ojos querían llorar pero me aguante por que si no que iba a decir mi padre y el pentapichichi, que pinche escuincle chillón, mis tachos eran nuevecitos de la marca Goleador, y pus siempre brillaban por que nunca los use, el marcador estaba a nuestro favor, tenía ganas de jugar, pero lo único que rogaba es que el partido terminara pronto y poder ir a festejar la victoria, junto a mi equipo.
De repente, “El archi” quien era del equipo rival se descuelga con la pelota, se lleva a uno, dos, tres, y entonces decido que no se puede permitir que anoten otro gol, por lo que corrí como marihuano sobre él, me aviento una súper barrida como la de los súper campeones, y zaz! Que lo tumbo, le quite el balón si, pero el arbitro decide marcar falta y de paso amonestarme, Puta Madre!, mi padre no reclamo, sólo comenzó a reír, y no sé que diablos dijo pero toda la banca comenzó reír.
Sácale caon… no llevaba ni 10 segundos en el campo y amonestado!!! Y entonces pensé que mi fracaso rotundo estaría cerca, me recuperé anímicamente hasta que el famoso “Pelusa” tomo el balón, se llevó uno, dos, tres, se quito al portero, lanzó un trayaso infalible que…. Pega en el poste!!!!, rebota en mi jeta!!!!!!!!
Y…GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLL!!!!!!!!! corri como desesperado hacía la banca, era cierto que fue pura cagada, pero era mi gol número 1 en mi cuenta personal, ya frente a la banca me dispuse a echar la maroma de Hugo, cuando lo que me salió fue una suerte de caída libre sobre el pasto tipo zaguiño, por lo que todos echaron una carcajeada general, a mi no me valió madres, pues me dio un chingo de pena, pues en seri parecía la mascota, pero lo que valió para que fuera el mejor gol de mi vida, es que al voltear a ver al pentapichichi a los ojos dijo “Eso cabron”.
Ya después un vato del equipo contrario dijo algo asi como “Ya ves… hasta ese pendejo nos anotó Gol”.
SAAAAAAAAAWEEEEEBBBBOOOOOO!!!!!!! LOS PIES DE MI MUJER ME VUELVEN LOCO!°!!!!!! OYEAHHHHHH!!!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario