domingo, 25 de octubre de 2009

CUANDO RUFINO CONOCIO A RUFINO.


Ahora les voy contar la historia de Rufino, un carismático y muy intenso jornalero de las largas planicies del pueblo del bombón, Rufino era un gran político, maestro, constructor, amigo, un hombre en toda la extensión de la palabra.
Una mañana al salir del trabajo, miro bajo los árboles que caía una resina muy fina y que a contra luz del sol tenía unos colores realmente delirantes, que hacían que la situación que vivía en ese momento fuera realmente fuera de serie, así que decidió sentarse frente al árbol y retomar ese espacio para un momento de reflexión con él mismo, al tiempo, sentía que las cosas iban cambiando, el sol se ocultaba y el aire se hacia cada vez mas frío.
Las nubes viajaban a su alrededor, haciendo piruetas concéntricas que aceleraban el paso conforme seguía pensando en si mismo… cerro los ojos, pensó en la formidable etapa que significaba para el, su vida, y haciendo un recorrido corto sobre sus pasos en el andar del camino miró dentro de su mente una de las cosas mas impresionantes y por la cual estaba haciendo ese viaje dentro de si mismo, en su mente estaba aquel árbol, esa resina, el aire frío, las nubes, la tierra, los manantiales y, el mismo.
Camino, sobre la tierra semiárida que en su mente estaba, recorrió cada rincón de su mente, analizo cada cosa que estaba ahí prendida, entrelazada, animo las cosas que no estaban animadas, era su mente y de todo lo que ahí había era presa de su control absoluto, era la cosa mas impresionante que nunca había visto.
De repente entro en un lugar oscuro, solitario, triste, enigmático… con una carga imposiblemente misteriosa, nunca había encontrado en su vida un lugar así, en la entrada se sentía una energía que hacía se pusieran los pelos de punta, el sudor lo recorría de una forma impresionante, por otro lado existía una emoción tan grande que podía creerse que en unos instantes se encontraría con Dios.
Cuando de repente… un temblor sacudió a ese túnel semejante a una mina del siglo 18, el temblor fue tan furioso que cayo y sobre el cayeron miles de piedras y polvo, sus piernas estaban atrapadas entre los escombros, el dolor era nulo, ningún sentimiento existía dentro de él, solo podía pensar en seguir dentro del túnel, y avanzar, la curiosidad era incontenible, no podía mas y haciendo un esfuerzo sobre humano, se abalanzo sobre los escombros de aquella caverna, y los fue retirando poco a poco, hasta que quedo libre de todas esas cosas que lo hacían preso.
Ningún rasguño tenía, nada de dolor poseía, ni una costilla rota, a fin de cuentas Rufino se sentía completo, así que siguió sobre el túnel, camino cerca de dos kilómetros, cuando empezó todo.

En las paredes de de esa caverna estaban fieles fotos de sus momentos mas frustrantes de su vida, las derrotas, las cosas que hacían que los días cotidianos se convirtieran en infierno, los episodios que le picaban en el cerebro solo de pensarlos, las imágenes estaban puestas en las paredes con pigmentos muy fuertes y brillantes, parecía que los habían hecho un día anterior, era la cosa mas impresionante que había visto.
Enseguida, estaban los sonidos que mas odiaba, desde las quejas de su hermana en la infancia o las lagrimas que caían en el piso en las innumerables ocasiones que se enfrento a si mismo.
Nada tenía sentido, estaba perdido en su cabeza y lo peor es que no sabía como salir de ese infierno, no explicaba ese momento lleno de vacío, así que corrió dentro del túnel, se aferro a querer salir y lo único que estaba logrando era adentrarse mas y mas.
Al final, estaba ahí, un ser en posición fetal con las piernas flexionadas, los ojos cerrados y las manos tapando sus oídos, era Rufino…
Rufino no podía creer que se estaba viendo a si mismo, y le aturdía lo mal que se veía… la depresión que despedía, el humor tan pesado que sentía en el ambiente, así que decidió enfrentar la situación y hablar consigo mismo…
- ¿Rufino eres tú?
- Si… soy tu…
- ¿Qué tienes? ¿por qué estas tan triste?
- Eso dímelo tu…
- ¿Te pasa algo?
- No sé… tu dime.
- ¿Qué quieres que te diga?
- Lo que quieres saber.
- Es que no sé, no entiendo nada, ¡¿Dónde estoy carajo?!
- No sé.
- Tu debes de saber… tu vives aquí.
- Yo soy tú, y no sé.
- ¿¡No sabes!? Ya sé, me volví loco, eso es lo que paso, tengo una esquizofrenia, una pesadilla tal vez.
- No sé, en verdad no sé.
- ¿Qué hago?
- Calma, por favor, calma.
- ¿Cómo quieres que me calme?
- Calma Rufino, calma.

Rufino, aturdido, confundido y alarmado corrió hacía la salida del túnel, que sorpresivamente estaba a unos cuantos metros, el quería salir y salio, el quiso ver como se encontraba y se encontró, y se vio por un momento a si mismo.
Desperto, estaba profundamente dormido, frente a aquel arbol, y pensando en aquel sueño escribio lo siguiente:
“la vida tiene muchos errores, muchas piedras sobre el camino, algunas de ellas nos tiran y nos hacen pensar en el incontenible túnel de cada uno, estos defectos son un túnel dentro de el magnánimo mundo que construimos para nosotros mismos, la decisión es nuestra, podemos vivir en ese túnel y aturdirnos por las cosas que pensamos que están mal, y reprocharnos lo inútiles y fracasados que somos, recoger cada imagen de las paredes de nuestros túneles, y mostrárnoslas a nosotros mismos, y vencernos desde el principio.
Hoy tuve un sueño, en el… las nubes, el aire, el sol, la tierra, los manantiales representan las fronteras con otros mundos en otras cabezas. Hoy vi, la amistad, la palpe, la senti, tuve la fortuna de verla y seguir vivo.
Cada elemento de ese mundo, son mis amigos, la gente que quiero, los que hacen que mi mundo no se convierta en una caverna, que sea la resina esplendorosa que encuentro en el exterior, y los momentos mas sinceros de mi vida se han dado en ese mundo, y su existencia es el claro ejemplo de que la vida ha valido la pena con la gente que me ha rodeado con amor y amistad real.
Cada organismo, tiene sus mecanismos para desechar la mierda, usemos la caverna para eso, para dejar de complicarnos lo incomplicable, por que es bellos por si mismo.
Con esto no me queda mas, que decir, que el infierno te lo haces tú, y nada mas que tu, lo demás son simples accesorios.”


SAAAAWEBOOOO,,, PIPICHAS, POPUCHAS Y POPOCHAS, EL SAPO ES MÁS GRANDE QUE LA PIEDRA!!!

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